Padres de edad avanzada e hijos adultos
Tener una relación de adulto con sus padres puede ser gratificante y desafiante.
Tener una relación adulta con sus padres puede ser reconfortante y complejo a la vez. Las dificultades pueden ser cada vez mayores a medida que los padres siguen envejeciendo. La transición hacia un rol de cuidado es un cambio importante, dado que los roles de padre e hijo comienzan a invertirse. Usted debe determinar cómo cuidarse y también enfocarse en su padre o madre, y el estrés que esto causa puede afectar su relación e influir sobre su bienestar físico y emocional.
El proceso de envejecimiento
Envejecer es, en muchos sentidos, un proceso de duelo. Los adultos mayores pierden, gradualmente, su independencia, dado que su cuerpo y su mente dejan de funcionar de manera adecuada. Es posible que su ser querido de edad avanzada necesite atravesar la transición que le llevará de vivir en su propia casa a mudarse a la suya o a otro establecimiento médico. Trate de mostrar empatía y piense cómo se sentiría si perdiera el control de su cuerpo. ¿Cómo reaccionaría si se tomaran decisiones sobre su vida y su futuro sin pedirle su consentimiento? Si se pone en el lugar de su ser querido de edad avanzada, quizás entienda mejor por qué tiene síntomas similares a los del duelo.
Consejos de transición para padres de edad avanzada e hijos adultos
Las siguientes pautas brindan información que le ayudará a poner en práctica buenas habilidades para brindar cuidados y cuidarse a sí mismo.
Consejos para cuidarse a sí mismo
- Cuídese a sí mismo en primer lugar: El estrés del cuidador puede causar problemas físicos, emocionales y mentales. Cuando no nos ponemos en primer lugar, limitamos los esfuerzos que podemos hacer como cuidadores. Es importante descansar bien, tener una buena nutrición y hacer ejercicio de manera regular para que nuestra salud se mantenga óptima. Cuando nos sentimos mejor, podemos disfrutar más de nuestros seres queridos. Pida ayuda y delegue tareas a otros miembros de la familia si lo necesita.
- No haga comparaciones: Cada hijo adulto es diferente. Debe sentirse cómodo al decir “no” cuando, por motivos físicos o emocionales, no pueda asumir una responsabilidad. El hecho de que un amigo suyo que cuida a su padre o madre pueda hacerse cargo de esa tarea no significa que, necesariamente, eso sea adecuado para usted. Conozca sus limitaciones. Además, es conveniente evitar comparar la relación que usted tiene con sus padres con las relaciones de otras familias. Cada grupo familiar enfrenta sus propias dificultades.
- Comprenda su ansiedad: A veces, las relaciones con nuestros padres pueden ser difíciles. Cuando nos sentimos estresados y ansiosos por otras cuestiones de la vida, es fácil dirigir esas emociones a las personas que más queremos. Cuanto más fácilmente usted pueda identificar cuando se siente estresado o ansioso, mejor preparado estará para saber cuándo manejar las situaciones con sus padres. Elija un momento en el que se sienta tranquilo y pueda pensar claramente.
- Acepte la falta de reconocimiento: Puede ser difícil, pero es importante comprender que quizás usted no reciba elogios ni agradecimientos por asumir esta responsabilidad. Algunos padres tienen muchos conflictos en relación con los cambios y el temor a envejecer, por eso no pueden expresar su agradecimiento. Es importante centrarse en por qué esa tarea es importante en lugar de en la falta de reconocimiento.
Consejos para brindar cuidados
- Ponga en práctica la empatía: Si su padre o su madre tiene dolor crónico, es difícil que se encuentre con buen estado de ánimo todo el tiempo. Es posible que, frente a otras personas, ellos simulen sentirse bien, pero que, con sus familiares, se sientan cómodos para expresar lo que sienten. Trate de comprender qué dolores siente su padre o su madre, así como también cuáles son sus pérdidas físicas y cognitivas. Esto puede ayudarle a empatizar con sus estados de ánimo, comentarios y expresiones.
- Escuche: Escuchar a su padre o su madre es el mayor honor que puede hacerle. Debe tener paciencia, ya que es posible que les lleve más tiempo articular sus pensamientos, especialmente sus temores y sus historias.
- Temores: El proceso de envejecimiento puede causar temores. Es posible que su padre o madre esté sintiendo temores racionales o irracionales. Escucharlos puede calmar su nerviosismo. Trate de explicar los hechos de un modo simple, que no suene amenazante.
- Repetición: Sea amable con su padre o su madre si repite lo que dice. Quizás escuche el mismo relato de su niñez por enésima vez. Además, si tiene dificultades para usar la tecnología, recuerde que algunas tareas resultan extremadamente difíciles cuando existe pérdida de memoria o degeneración de la vista. Tenga paciencia, como la tendría con un niño a quien le costara leer o atarse los cordones de los zapatos.
- Temores: El proceso de envejecimiento puede causar temores. Es posible que su padre o madre esté sintiendo temores racionales o irracionales. Escucharlos puede calmar su nerviosismo. Trate de explicar los hechos de un modo simple, que no suene amenazante.
- Esté atento a los cambios de personalidad: Las dificultades cognitivas pueden alterar la personalidad de su padre o madre. Además, la medicación puede afectar la personalidad. Es importante comunicarse con su médico si se produce algún cambio repentino. Podrían acusarle de intentar hacerles daño o podrían sospechar de usted. Podrían gritar y tener ataques repentinos o manifestaciones visibles de angustia. Trate de no tomar estas actitudes como algo personal, ya que esta no es la verdadera esencia de su padre o su madre.
- Permítale recuperar el control: Para usted, puede resultar sencillo hacer algunas cosas por su padre o su madre simplemente porque usted puede hacerlas más rápido. No obstante, es posible que la situación se mantenga más calma si permite que él o ella tome el control de algunas cuestiones, aun cuando se trate de cosas pequeñas. Además, pídale opinión sobre las decisiones que afectan su vida. Permitirles recuperar el control, aun en temas mínimos, puede mejorar enormemente su relación.
El proceso de ceder el control de su vida no resulta sencillo para nadie. No obstante, cuando podemos guiar a nuestros padres en los procesos de toma de decisiones con pequeños cambios, es más probable que ellos confíen en nosotros para las cuestiones más importantes. En definitiva, hacer lo correcto para el bienestar de su padre o su madre es lo más importante para las dos partes.
Fuentes:
