Identificar a niños problemáticos
Indicadores de problemas de conducta
A menudo, los niños no pueden sobrellevar los cambios o el estrés de sus vidas en forma positiva. Estas transiciones pueden hacerlos sentir frustrados o enojados, y su comportamiento puede indicar que están en riesgo de tener dificultades emocionales y sociales.
Indicadores de problemas de conducta
- Naturaleza de la comunidad: Es más probable que los niños que son expuestos a violencia o abuso desarrollen problemas de conducta. Además, cuando hay dificultades financieras o problemas para obtener asistencia, un niño podría comenzar a expresarse en forma negativa. Estos entornos hacen que los niños aprendan a sospechar, y desconfían de los motivos que impulsan las acciones de otras personas. Cuando no existen recursos en la escuela o en la comunidad, el desafío de desarrollo se vuelve aún mayor.
- Familias: Con un niño difícil, es posible que los padres se concentren únicamente en su mala conducta y que no elogien sus elecciones apropiadas. El abuso físico, emocional o sexual puede llevar fácilmente a problemas conductuales, y el estrés dentro de la familia puede hacer que un niño reaccione en forma impredecible.
- Diferencias individuales: El trauma en la primera infancia y la genética pueden incidir en los patrones de conducta negativos. Si los niños son impulsivos o muestran falta de atención desde una edad temprana, podrían tener problemas para desarrollarse emocional, social y cognitivamente.
Señales de advertencia tempranas
No todos los niños que muestren una o más de las siguientes señales son niños problemáticos. Sin embargo, es importante estar atento a las siguientes señales de advertencia tempranas:
Emocionales
- sentirse solo(a), que no vale nada o rechazado(a);
- tener dificultad para controlar el enojo.
Sociales
- no tener amigos;
- aislarse de amigos y familia;
- mostrar falta de interés en la escuela;
- tener fuertes prejuicios contra quienes son diferentes.
Abuso
- experimentar abuso (físico, emocional, sexual);
- abuso de sustancias (alcohol, drogas, tabaco).
Violencia
- escritos y dibujos de naturaleza violenta;
- experimentar violencia;
- integrar una pandilla o tener interés en unirse a una pandilla;
- tener armas o tener acceso a ellas;
- intimidar o amenazar a otras personas;
- golpear a otras personas o usar violencia física contra una persona, un animal o una cosa.
Ayudar a los niños problemáticos
Identificar y ayudar a niños con problemas conductuales no es responsabilidad de una sola persona. Hace falta una comunidad de personas que estén comprometidas a buscar señales de advertencia, ya que la prevención es la estrategia más efectiva. Las siguientes herramientas pueden guiarle para ayudar a niños con problemas:
- Conozca los hitos del desarrollo: A veces, podríamos pensar que una conducta es una señal de advertencia de problemas futuros. Pero, en realidad, podría ser apropiada para la edad del niño en cuanto al desarrollo. Es importante comprender cuándo y cómo los niños superan hitos del desarrollo. Aprender a interactuar en el plano social y emocional lleva tiempo, y el avance de cada niño es ligeramente diferente.
- Comprenda la conducta: Preste atención al fundamento que sustenta la conducta. Muchos niños con problemas tienen tendencias agresivas y violentas porque no saben cómo sobrellevar el estrés de la vida. Nadie les ha dado el ejemplo de cómo encontrar métodos positivos para afrontar las situaciones, y, tal vez, solo se ha prestado atención al niño por su mala conducta. Generar empatía con el niño es clave para entender las causas que explican la conducta.
- Desarrolle una relación de cariño: Los niños se abrirán cuando se sientan seguros. Escuche sus inquietudes y ayúdelos a sentirse escuchados. Evite castigar solo las conductas negativas y aproveche las oportunidades para recompensar las elecciones positivas. Dar el ejemplo de cuáles son los métodos saludables para afrontar situaciones en su propia vida también refuerza la conducta positiva.
- Tome en serio las amenazas: Si un niño amenaza con lastimarse a sí mismo o lastimar a otros, busque ayuda de inmediato. Asegúrese de que no tenga acceso a armas u otras formas de autolesionarse. Alerte a autoridades, maestros, funcionarios de la escuela, etc. para evitar que se concrete cualquier amenaza escrita u oral. Ninguna persona puede estar con un niño las 24 horas del día. Involucre a las personas necesarias para supervisar al niño y la situación.
- No estereotipe a un niño: La conducta problemática no es motivo para castigar y aislar a un niño. Estereotipar o etiquetar a un niño también puede ser perjudicial, de manera que no suponga que la capacidad académica, el nivel socioeconómico o la apariencia física son signos de conducta problemática. Además, una señal de advertencia no necesariamente indica que un niño sea problemático.
- No se culpe: Muchos padres asumen la culpa y piensan que son responsables de la conducta de sus hijos. Para predecir la conducta problemática, hacen falta múltiples factores, y muchos de estos están fuera del control de los padres. La culpa nunca es una emoción útil. En lugar de ello, concéntrese en estar presente para su hijo y en ayudarle a obtener el apoyo y el cuidado que necesita.
Identificar a un niño problemático no es asignarle un diagnóstico para toda la vida. Los niños con problemas conductuales no necesariamente se convierten en adultos problemáticos. Hay profesionales de salud mental y personal escolar disponibles para enseñar formas positivas de afrontar los factores que causan estrés en la vida mientras un niño hace la transición de la adolescencia a la adultez. La mejor estrategia para alcanzar resultados satisfactorios es rodearse de un equipo de personas que estén dispuestas a apoyarles a usted y a su hijo.
Fuentes:
