Cómo tener mejores conversaciones para niños más saludables
Obtenga consejos para comunicarse con sus hijos a fin de mejorar su relación y apoyarlos si tienen problemas de estrés o salud mental.
No es fácil para la mayoría de las personas tener conversaciones sobre la salud mental. Para los padres, puede ser aún más difícil. Puede parecer incómodo, y es posible que tengamos miedo de que los niños se cierren si comenzamos a hablar.
Pero es muy importante intentarlo. Aunque no comience con preguntas difíciles sobre salud mental, el simple hecho de mantener una línea de comunicación abierta puede marcar la diferencia.
Los siguientes consejos pueden ayudarle a dirigir las conversaciones con una persona joven sobre los problemas difíciles que podrían estar enfrentando. Tenga en cuenta estos 3 puntos: observe, escuche y aprenda a lo largo del proceso.
Esté presente
Hable de manera temprana, hable con frecuencia
Escuche
Acepte cómo se siente o piensa la persona joven
Permanezca conectado
Manténgase informado
Reconozca su coraje
Hable de lo que sigue
Por último, es importante saber que no está solo cuando siente que puede ser difícil hablar con una persona joven sobre asuntos complicados. Busque maneras de conectarse con su propia red de apoyo y participe en actividades que promuevan su propio bienestar. Esto puede ayudarle a estar en una buena posición cuando hable con una persona joven.
Pero es muy importante intentarlo. Aunque no comience con preguntas difíciles sobre salud mental, el simple hecho de mantener una línea de comunicación abierta puede marcar la diferencia.
Los siguientes consejos pueden ayudarle a dirigir las conversaciones con una persona joven sobre los problemas difíciles que podrían estar enfrentando. Tenga en cuenta estos 3 puntos: observe, escuche y aprenda a lo largo del proceso.
Esté presente
- No puede saber/ver lo que no nota. Busque y escuche para detectar cambios, patrones de comportamiento diferentes o cambios de humor en su hijo pequeño o adolescente.
- Confíe en su instinto. Si su hijo no actúa como lo hace “habitualmente”, esto podría ser una señal de que está luchando con algo.
- Cada niño es único y responde de manera diferente a los problemas difíciles. Considere dónde su hijo se siente más cómodo para hablar y expresar sus inquietudes y preguntas. Solo recuerde que lo que funciona para un niño puede no funcionar para todos.
Hable de manera temprana, hable con frecuencia
- No espere a que ocurra una crisis para iniciar la conversación.
- Busque y use ideas para iniciar conversaciones siempre que pueda. Esta herramienta puede ayudarle.
- Esté atento a las formas de plantear un tema difícil. Un programa de televisión o una noticia pueden ser una excelente manera de evaluar cómo se sienten con respecto a un problema. Observe su lenguaje corporal. Comparta abiertamente sus sentimientos en la conversación también.
- Genere oportunidades para tener pequeñas charlas durante el día o la semana para que la línea de comunicación se mantenga abierta. Esto puede ayudar a eliminar la presión de tener grandes conversaciones que pueden hacer que la persona joven se cierre o evite conectarse por completo.
Escuche
- Escuche con compasión y empatía, sin juzgar.
- Esté presente mientras escucha. Evite las distracciones o hacer varias tareas al mismo tiempo y preste toda su atención. Esto significa silenciar su teléfono celular, apagar el televisor o la computadora y mostrarle a la persona joven que es importante.
- Modele reacciones saludables. Los niños siempre buscan ver cómo reaccionamos ante situaciones difíciles (una muerte, una crisis o una mala decisión, etc.). Nuestras acciones les darán mucha más información que nuestras conversaciones.
- Mantenga la calma. Cuando su hijo lo ve en pánico, es menos probable que se abra. Mantenga la compostura escuchando para obtener más información. Considere probar técnicas de conciencia plena para mantenerse más concentrado.
Acepte cómo se siente o piensa la persona joven
- Con demasiada frecuencia, nos apresuramos a dar consejos o decirles que “no deberían” sentirse de esa manera. Esto puede hacer que la persona joven sienta que estamos minimizando su experiencia.
- En cambio, mantenga la curiosidad y haga preguntas para obtener más información sobre lo que piensan y sienten.
- Tenga cuidado de no criticar y sacar conclusiones apresuradas.
- Lo más importante es que sientan que usted realmente los escuchó y apoyó.
Permanezca conectado
- Pruebe con un mensaje de texto: Por lo general, los adolescentes de hoy en día hablan más por mensaje de texto que por teléfono o en persona. Considere enviarle a su hijo un texto positivo para hacer un seguimiento después de analizar un tema difícil. No hay necesidad de sentirse intimidado o tratar de ser alguien que usted no es. Simplemente envíe un mensaje de texto de la forma en que lo haría para comunicar su agradecimiento, atención y amor. Está bien hacerlo incluso si ambos están en casa.
Manténgase informado
- Preste atención a los medios y las redes sociales. Es importante estar al tanto de lo que su hijo adolescente está mirando. Mejor aún, prepare palomitas de maíz y comparta tiempo juntos frente a una pantalla. Mostrar interés por lo que les gusta es una excelente manera de construir puentes para la comunicación.
- Comparta hechos. Asegúrese de darle a su hijo información útil y precisa. Investigue y no invente cosas para intentar asustarlos o abrumarlos.
- Intente no hacer suposiciones. Usted desconoce lo que su hijo sabe o no sobre un tema. Si le hacen una pregunta, no necesariamente significa que están adoptando un cierto comportamiento. Se acercan a usted con seguridad y confianza, por lo que mantenerse abierto a una conversación bidireccional les ayuda a saber que pueden hablar con usted sobre las cosas.
Reconozca su coraje
- Es importante dar retroalimentación positiva cuando una persona joven tiene el coraje de hablar de cosas difíciles con un adulto.
- Demostrarles gratitud o elogiarlos cuando mantienen una conversación con usted puede aumentar la probabilidad de que recurran a usted para plantear temas difíciles en el futuro.
Hable de lo que sigue
- Busque maneras de desarrollar el lenguaje que usan y los temas que identifican como importantes. Esto puede ayudarles a dirigir la conversación y crear más oportunidades para que usted conozca sus perspectivas en mayor profundidad.
- Pregúnteles qué piensan cuando se trata de resolver problemas o determinar pasos a seguir.
- Pregúnteles de qué manera piensan que usted puede ayudarles de la mejor manera en lo que necesitan.
Por último, es importante saber que no está solo cuando siente que puede ser difícil hablar con una persona joven sobre asuntos complicados. Busque maneras de conectarse con su propia red de apoyo y participe en actividades que promuevan su propio bienestar. Esto puede ayudarle a estar en una buena posición cuando hable con una persona joven.