Ser padre y ejercer una disciplina positiva
. La disciplina efectiva es proactiva y alienta las acciones positivas y responsabilidad personal.
Ejercer su rol como padre o madre no tiene por qué implicar constantes batallas entre usted y su hijo(a). Cuando se trata de disciplina, existe una manera positiva de modificar el comportamiento de su hijo sin sobornos ni amenazas. La disciplina efectiva es proactiva y alienta las acciones positivas y responsabilidad personal. Promueve la autoestima y el buen desarrollo de su hijo(a). Y lo más importante es que la disciplina positiva fortalecerá la relación entre usted, su hijo y sus hermanos.
Por qué los niños tienen un mal comportamiento
Los niños realmente tienen buenas intenciones y hacen lo mejor posible para comportarse bien. A veces, no alcanzan nuestras expectativas de comportamiento. Cuando esto ocurre, nuestra tarea como padres es determinar el motivo del mal comportamiento. Piense por qué podrían tener esas reacciones o golpear a otras personas, y qué necesidades insatisfechas podrían ocultarse detrás de este comportamiento. Hay varios factores que contribuyen al comportamiento de su hijo(a) y a su propia reacción. Analice los siguientes puntos:
- ¿Cuál es el comportamiento específico?
- ¿Cómo se siente usted en relación con él/ella?
- ¿Cuál es su tipo de personalidad? ¿Y la de su hijo(a)?
- ¿Por qué siente que su hijo(a) se comporta de esta manera?
- ¿Dónde se produce el comportamiento? ¿Quién está en el lugar cuando se produce?
- ¿Hay algo que influya sobre su respuesta o la evite?
Estrategias de disciplina positivas
La disciplina positiva entrena a los niños para tener un buen comportamiento sin que sea necesario recurrir a sobornos, amenazas, gritos o ni siquiera a acciones físicas. Las siguientes estrategias le enseñarán cómo canalizar la energía de su hijo(a) (y la suya) para lograr un resultado más conveniente:
- 1. Evite decir “no”: Cuando a los niños (o a los adultos) se les dice “no”, eso hace que tengan más interés en hacer aquello que se niega. Su hijo(a) puede dejar de escucharle y cortar la comunicación con usted tan pronto como lo diga. En lugar de decir “no”, ofrezca una alternativa al comportamiento negativo. Por ejemplo, digamos que su hijo(a) está dibujando en la pared. En lugar de gritarle “no”, intente abordar el tema de otro modo; por ejemplo, diciendo: “Hagamos un dibujo juntos en tu libro para pintar nuevo. Después, podemos darle una sorpresa a la abuela”.
- 2. Contrólese: Los niños observan a sus padres. Usted está dando el ejemplo de los comportamientos que son aceptables o inaceptables, y los niños aprenden fundamentalmente de lo que demuestran sus acciones. Si usted grita, ellos también gritarán. Sea consciente de qué cosas le molestan y le generan ansiedad. Tome medidas para mantener la calma y evitar que la situación se agrave. Sus hijos lo notarán.
- 3. Coherencia: A veces, pasamos por alto comportamientos o les prestamos atención de acuerdo con la situación y con nuestro propio nivel de energía. Esto puede confundir a los niños. Cuando somos claros respecto de nuestras expectativas y coherentes en cualquier situación, es menos probable que los niños pongan a prueba los límites. Dé directivas simples. Si está utilizando un cuadro u otro método para hacer un seguimiento de su comportamiento, asegúrese de que no sea demasiado difícil para su hijo(a) comprenderlo.
- 4. El buen comportamiento es importante: Es muy frecuente que prestemos más atención a nuestros hijos cuando se comportan mal. Cuando elegimos pasar por alto los comportamientos negativos, como lloriquear, y, en lugar de ello, destacar un buen comportamiento, mostramos a nuestros hijos lo que realmente valoramos. Dado que los niños siempre quieren recibir atención, automáticamente harán lo que más llame la atención, sea bueno o malo. La clave es mostrar reconocimiento y alentar a su hijo(a) cuando deja de comportarse de manera inadecuada, o cuando adopta el comportamiento que queremos. Sea sensato: si parece posible que un niño se haga daño a sí mismo, o dañe a otras personas o bienes, no pase por alto el comportamiento negativo.
- 5. Evite los sobornos: Cuando ofrecemos a nuestros niños sobornos como incentivos, no asocian el buen comportamiento como la recompensa en sí misma. Ayude a su hijo a reconocer que el buen comportamiento y las buenas elecciones tienen sus propias recompensas.
- 6. Ofrezca opciones: No hay nada malo en ofrecer opciones a su hijo(a). Por ejemplo: Si está peleando con su hermano(a), explíquele que solamente tiene energía suficiente para escuchar la pelea o para hacer algo divertido más tarde. Esto les da a sus hijos la posibilidad de elegir en lugar de hacer que la situación se transforme en un soborno.
- 7. Recompensas: Los incentivos pueden ser potentes motivadores para el comportamiento positivo.
- Responsabilidad: Confiar en que los niños se ocupen de determinadas tareas debería considerarse un privilegio. La responsabilidad es una recompensa en sí misma. Cuando se plantea de este modo, los niños tendrán, naturalmente, el deseo de comportarse de un modo positivo para que se les asignen más responsabilidades.
- Su atención: Brindarle a un niño su amor, su comprensión y su atención es la mejor recompensa para cualquier niño(a). Destinar tiempo, todos los días, para pasarlo con su hijo(a) es la mejor manera de influir en su vida.
Criar niños saludables y con buen comportamiento lleva tiempo, coherencia y paciencia. Los hábitos a largo plazo en la vida de cualquier persona exigen tiempo, y los niños no son la excepción. Los mejores resultados no siempre son inmediatos. Adopte un criterio y siga reforzando su compromiso. Amar a su hijo(a) es siempre una inversión valiosa con resultados que le acompañarán durante toda la vida.